Sin lugar a dudas El Puente Colgante es el ìcono que representa a todos los santafesinos por igual. Esta es parte de su historia
A principios del siglo 20, era indispensable poseer un servicio de agua potable en una ciudad que ya contaba con más de 40 mil personas.
En 1904-1905 se construyó el puente carretero de madera dura con el propósito de habilitar un paso vehicular hacia Rincón/Colastiné y servir también para traer agua en cañerías desde allí. Pero jamás pudo ser usado pues la crecida de 1905 lo arrastró junto con el cruce del ferrocarril, ubicado 150 metros aguas abajo.
Por esto se creó en 1909 un puente acueducto de estructura mixta que sólo soportaba el peso de las cañerías de agua, pero no servía como paso hacia Rincón. Sólo duró 3 años, el río y los camalotes tiraron este nuevo puente.
Luego se proyectó en 1915 un puente carretero de estructura metálica, pensado para resistir crecientes y camalotes, pero no pudo concretarse, pues los precios del metal subieron mucho durante la primera guerra mundial.
Para 1914, Santa Fe contaba con 70 mil habitantes y el servicio de agua potable necesitaba de un mayor caudal de agua para abastecer a los santafesinos.
Se presentó un nuevo proyecto en 1916 para la construcción de un puente carretero de hormigón armado. Se llamó a licitación el 12 de abril de 1917, pero las ofertas presentaban costos demasiado elevados.
En ese momento sólo había una cañería de 12 km de sólo 4 dm de diámetro que tomaba agua desde Colastiné y cruzaba la laguna Setúbal por un viejo puente que cayó en 1919.
Se suministró una tubería flotante por parte de la Dirección General de Navegación y Puertos, lográndose unir nuevamente Colastiné con la planta potabilizadora en Santa Fe. Sobre este acueducto volvió a construirse una nueva obra que nuevamente volvió a ser arrasada en 1921.
Se suministró una tubería flotante por parte de la Dirección General de Navegación y Puertos, lográndose unir nuevamente Colastiné con la planta potabilizadora en Santa Fe. Sobre este acueducto volvió a construirse una nueva obra que nuevamente volvió a ser arrasada en 1921.
En 1920 comenzó a construirse un puente-acueducto de cemento armado, pero sólo pudo terminarse un solo pilotaje, pues las aguas no descendían.
Había una presión ciudadana importante para que se garantizara agua potable a todos los santafesinos. Además, la laguna impedía la expansión de la ciudad hacía el lado este, pues sólo podría cruzarse en embarcaciones o ferrocarril.
Las autoridades nacionales se decidieron a la construcción del puente colgante en 1921, que debería ser mejor pensado que sus predecesores. Fue nombrado como el santafesino Marcial Rafael Candioti, presidente de Obras Sanitarias de la Nación en aquel momento. Este organismo se encargó de dibujar los planos que sirvieron para la licitación del puente en la década del 20. Estos mismos planos fueron utilizados en la reciente reconstrucción del puente colgante.

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